ACTUALIDAD

El Paleomagnetismo en los cambios climáticos

En los próximos 50 millones de años, es probable que nuestro polo magnético continúe moviéndose de manera sinusoidal hasta llegar a las costas de la península de Labrador  en Canadá, para entonces  se sucederán numerosos cambios estructurales, físicos y climáticos en nuestro planeta’.

Teniendo presente la composición geológica de la Tierra, en sus deferentes minerales que al mismo tiempo cuentan con características físicas y químicas muy especiales en su densidad, forma de cristalización, comportamiento en sus procesos de asociación o agrupación con otros minerales para conformar determinados tipos de rocas durante la formación del magma, así como también en los procesos finales de su ascenso hacia la superficie de nuestro planeta; debemos entender que en la conformación de la corteza oceánica y en especial durante la consolidación de las masas continentales encontramos cuerpos rocosos de diferente composición. Esta condición geológica interviene y acentúa efectos de acumulación, disgregación de los componentes minerales, así como aquellos procesos químicos el las bajas atmósferas debido a que durante el proceso de rotación se generan condiciones en la excentricidad de la órbita terrestre que son influyentes en especial cuando esta excentricidad es grande y la rotación de la tierra ubica al solsticio de verano del hemisferio norte en un punto mas lejano de la órbita terrestre respecto al Sol. Aquí, se desarrollan condiciones favorables para glaciaciones. En el caso contrario, los cambios y procesos geológicos-químicos contribuyen al equilibrio de las masas continentales mediante la migración de componentes minerales hacia los océanos debido a que existe mayor impacto de los rayos del Sol sobre la superficie que acelera procesos erosivos, así como de disgregación de los cuerpos rocosos, aumento de las temperaturas superficiales continentales y en los océanos.

La geología y las ciencias complementarias como la física, química y geofísica, han permitido que a lo largo de muchos años se logre conformar un concepto sobre la dinámica de nuestro planeta. El crecimiento de las dorsales o montañas submarinas, que fundamentan la teoría de la Deriva de los Continentes, así como el movimiento de las placas tectónicas, es  apenas  un elemento determinante dentro del complejo comportamiento de las capas superficiales de nuestro planeta. De igual manera, con estos movimientos y deriva diferencial de grandes masas de superficies no podemos esperar más que un reacomodo de objetos, cuerpos, estructuras en el reducido espacio que ofrece la superficie del planeta Tierra.  Entendiendo este mecanismo, agregamos  el ciclo de formación de las rocas y renovación tanto de la superficie continental como de la corteza oceánica, lo que trae como consecuencia que  a lo largo de millones de años, las cargas  del planeta han variado de posición y con ellas igualmente la posición del polo magnético.

Haciendo un análisis de la curva de comportamiento en los movimientos  del polo magnético en el hemisferio boreal, claramente se observa un patrón ondulante sinusoidal a lo largo de estos años.

En adición a esto hay que colocar las zonas del planeta afectadas por esta ruta del polo ya que con el tiempo la cantidad de rayos solares sobre determinadas áreas a variado y por consiguiente lo que antes era cálido ahora se está tornando más frio y por otro lado las zonas  heladas, al recibir mayor cantidad de sol, están mostrando evidencias claras de deshielo.

Nuestra Tierra gira sobre su eje y  gira cada 23 horas y 56 minutos.  Este eje, con respecto al plano de traslación mantiene un ángulo de 66º 5’ con la particularidad que permite mayor luz solar en el hemisferio boreal. Otro detalle es que con un ciclo de 26000 años, el eje de rotación realiza un movimiento por una superficie cónica  respecto a  la perpendicular del plano de orbita. En este caso el ángulo de inclinación determina las condiciones  físicas geográficas del hemisferio boreal y el hemisferio austral. Esta  posición tampoco es permanente ya que la magnitud del ángulo de inclinación es el que condiciona los contrastes en las variaciones estacionales de los hemisferios boreal y austral. Con un período de 80000 años el ángulo de inclinación terrestre cambia de 63º 5’  a  68º 5’ lo cual conduce a cambios periódicos en el ancho de las zonas climáticas y por consiguiente se generan variaciones en el clima y micro climas terrestres. Es este mecanismo el que sin dudas provoca cambios de manera independiente de la existencia o aumento de la población mundial, las industrias que actúan como catalizadores de fenómenos muy naturales dentro de la compleja dinámica de nuestra Tierra.

Es de considerar que este eje de rotación cambia su inclinación de 21.5 a 24.5 grados en un periodo de 41,000 años y que la oblicuidad axial es pequeña (21.5 grados) el contraste entre las estaciones disminuye, de forma cuando la oblicuidad incrementa, también incrementa el contraste entre las estaciones. Cuando se combina la inclinación axial con la excentricidad de la tierra, es decir el proceso de giro sobre un eje que avanza hacia su máxima inclinación respecto a la órbita y que al mismo tiempo se mueve en una órbita cónica axial mas amplia genera una relación constructiva  que tiende a amplificar la diferencia neta en el promedio de la temperatura entre los polos y esto producido porque la incidencia de la insolación en el polo sur es mayor que del polo norte.

Debido a esta relación, cuando la Tierra esta en el perihelio de la eclíptica, con una excentricidad grande, la radiación de invierno en el hemisferio norte, y la radiación de verano en el hemisferio sur, son ligeramente superiores a las radiaciones que ambos hemisferio recibieran si la tierra estuviera en un rango de excentricidad reducida. Por la misma razón, cuando la tierra esta en el afelio, la radiación de verano que recibe el hemisferio norte y la radiación de invierno recibida en el hemisferio sur, son mas pequeñas que las radiaciones que recibieran ambos hemisferios, si estuvieran en la misma posición orbital, pero estando la tierra en una excentricidad reducida.

Los procesos geológicos que se general a nivel de la corteza terrestre y dentro de nuestro planeta, se suceden de manera continua y muchos los cuales tienen una duración de miles y millones de años por lo que sus pequeñas variaciones son acumulativas y se registran solo en grandes masas y cambios abruptos. Los desastres climáticos denominados de manera muy amplia allanan la incertidumbre para el entendimiento claro, así como la diferenciación de procesos naturales y aquellos que a la fecha se han constituidos en catalizadores en momentos que probablemente transitamos aquella ruta en la inclinación del eje terrestre cuando éste entra en su período más extenso en combinación con la máxima excentricidad. Estamos ante un proceso acelerado en el calentamiento global, los vientos de la baja atmósfera registran grandes acumulaciones de residuos tóxicos que al mismo tiempo aceleran procesos químicos sobre la superficie y producto de este ajuste natural en combinación con practicas industriales  que focalizan nodos de contaminación con muy poca posibilidad de ser asimilados por mecanismos naturales de neutralización; marcan el inicio de lo que podremos denominar  la creación de un nuevo horizonte geológico dentro de la era Cenozoica y que al mismo tiempo marcará por ahora una muy leve diferencia entre el Holoceno y el Antropoceno como subdiviciones en formación.

En la gráfica adjunta se muestra el recorrido del polo magnético terrestre desde hace 400 millones de años y siguiendo la lógica del comportamiento sinusoidal  nuestro polo magnético se podrá ubicar cerca de la península de Labrador en las costas canadienses. De igual  manera durante estos 50 millones de años siguientes la variación del ángulo de inclinación respecto a la horizontal experimentará  unas 625 oscilaciones antes de llegar  al límite más bajo. El planteamiento que se sugiere en este caso, es que  muchos de los cambios que estamos experimentando en materia de variaciones climáticas, deshielo de los polos y las consecuencias que estos fenómenos conllevan, es que  obviamente estamos dentro de un período en el cual el eje de rotación de nuestra Tierra  marca una clara tendencia hacia la mayor inclinación respecto al plano horizontal de traslación. Es decir nos estamos acercando a una inclinación de 63º 5’ y es cuando hay mayor incidencia de los rayos solares sobre la superficie de los polos.

Paleomagnetismo_web

* La trayectoria histórica del polo magnético, es una adaptación  personal de datos paleomagnéticos.

Qué hacer si ante esta situación de evidenciar un fenómeno natural en los procesos transformadores de nuestro planeta, se suman factores que desajustan las condiciones de vida provocadas de manera acumulativa por un desarrollo excluyente y agresivo?. El tema de los impactos  al entorno es muy complejo y por el momento se visualiza en la temperatura, datos sobre deshielo, daños provocados por la industrias, baja en las precipitaciones en algunos casos entre otros. Sin embargo,  a nivel del comportamiento humano y en especial de las políticas económicas y sociales, se mantiene una dinámica de privilegios hacia los sectores de concentración de riquezas, sin que se aborde realmente el problema de manera integral para poder así anfrentar de manera científica estos procesos y variaciones.

Referencias: Yu. M. Vasiliev, Geología general e histórica.

www.ciclosmilankovich-forzamiento orbital-clima

Tierra Grande

www.tierragrande.co

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio utiliza Akismet para disminuir el spam. Aprenda más de como sus comentarios son procesados.