SUB INTRUSIVO TARDÍO EN LA ZONA DE FALLA SAN LUIS
Antecedentes
Los cuerpos intrusivos de la región central panameña, se originan a partir del batolito Loma Montuoso con un magma calcoalcalino que posteriormente se diferencia a un magma félsico, el cual produce cuarzodioritas y granodioritas. De acuerdo a dataciones realizadas (Mann and Corrigan, 1990), este cuerpo, registra una antigüedad de 64.87 ± 1.34 Ma, que en general lo ubican cronológicamente a finales del Cretáceo Superior. A pesar de esto, se han identificado pulsaciones y cuerpos de contenido diorítico de grano medio en Pitaloza, con una orientación 070º NO y mineraización posterior (SMB; A. E. Ruiz, 2007). Es decir que en estos procesos magmáticos, existen fases desconocidas en su desarrollo que impactan a cuerpos existentes y a la geología regional.
La falla Ocú -Parita, que atraviesa a la península en toda su extensión de Este a Oeste, presenta sitios con una morfología en donde predominan formas estructurales con extensiones de varios cientos de metros y sugiere un desarrollo complementado con ciclos de distención. El sitio de San Luis, como caso de estudio, es un fragmento de esta gran falla, que mantiene una influencia directa en la geodinámica regional, así como en el ciclo hidrológico del cauce bajo de la sub-cuenca del Río Estibaná.
Este sector presenta un valle cóncavo con numerosas elevaciones intermedias, cuerpos fracturados o bloques con desplazamiento vertical retardado-escalonado, característico de formaciones tipo grabben, también registra la presencia de un cuerpo subintrusivo filonaniano en combinación con la condición geomorfológica.
El contexto general de la topografía superficial y los remanentes sedimentarios del Cretáceo en las cumbres del sector San Luis, obligan a sugerir que los bloques dentro de esta zona de fracturamiento, han experimentado movimientos verticales, mientras que otros, mantienen su desplazamiento subhorizontal; exponiendo a los componentes fracturados a procesos erosivos intensos que han provocado una pérdida de la secuencia estratigráfica y desplazamiento de rocas asociadas a las formaciones Pesé y Tonosí.
Es de considerar la importancia de incrementar los estudios y trabajos de investigación sobre esta zona de interés Geológico ya que las caracteristicas y su conformación obligan a definir con mayor detalle sus componentes.
Hasta la fecha, los estudios geológicos regionales en combinación con el análisis geofísico del terreno utilizando el método tomográfico de resistividad eléctrica 2D, evidencian la existencia de un cuerpo filoniano de gran tamaño a profundidad con una composición que se inclina hacia un magma menos félsico, con desarrollo de sus crisales de hornblenda condicionados a la presencia de abundante agua en el sistema.
En las gráficas siguientes, se presentan los resultados geofísicos desarrollados en la zona de San Luis así como la geología interpretada y proyectada de los reconocimientos superficiales de a zona que cubren el sector.
Estos detalles anteriores, ubican a la génesis de este cuerpo, fuera del alcance directo de los intrusivos conocidos en la zona, compartiendo así procesos y movimientos tectónicos mas recientes que han sido los vehículos para su ascenso tardío. La configuración de grabben y la presencia de cuerpos fracturados así como la existencia de una zona de falla regional constituyen elementos suficientes para suponer un impacto en la dinámica de las aguas superficiales y subterráneas hacia la parte baja de la subcuenca Estibaná. En adición a esto, el sector en conjunto con sus elementos superficiales, geológicos y tectónicos conforman lo que se denomina como zona de amortiguamiento sísmico con respuesta disminuida en eventos focalizados hacia el Sur de la peninsula, por lo que se proponen nuevos estudios geológicos y geofísicos de mayor profundidad para determinar elementos o patrones que permitan localizar zonas fracturadas y definir mejor su comportamiento, extensión y relación con otros sectores dentro de la falla Ocú-Parita ayudando así a entender la dinámica tectónica y la influencia de esta falla en los procesos hidrogeológicos de cuencas cercanas.
En las proyecciones geológicas de los afloramientos y algunos datos obtenidos de perforaciones, se ha logrado establecer un modelo del cual se han hecho secciones que ilustran las secuencias y los posibles movimientos que han permitido el ascenso del cuerpo intrusivo localizado en el sector de San Luis. De igual forma, se ilustran las familias de fallas que controlan el movimiento de las aguas subteráneas y superficiales mediante la orientación obligada de los cauces en algunos sectores.
ALCANCES.
A pesar de que los estudios sobre la geología superficial y subterránea, así como los estudios de geofísica se han centrado en las inmediaciones del sector de San Luis, en líneas anteriores se resalta el hecho de la competencia de dicho sector en los procesos tectónicos de la región central al igual que sus implicaciones sobre la dinámica de las aguas subterráneas y superficiales.
Cabe entonces destacar también que las interrogantes sobre una zona de “amortiguamiento sísmico” quedan pendientes y sus implicaciones sobre las estructuras o construcciones en la zona y a lo largo del radio de influencia de esta falla, son de vital importancia. Recordemos que es esta falla [Ocú- Parita] la que corta la península, tiene una gran longitud y un ancho conformado por un Grabben; que en ciertos sitios puede superar el kilómetro. Su conocimiento y comportamiento es incierto a la fecha, pero no podemos descartar ni desechar su existencia al momento de plantearnos el beneficio de las regiones aledañas o cercanas. Los elementos geológicos, tectónicos al igual que los recursos en este caso el agua, demandan necesariamente un nivel de atención y su estudio, análisis desde distintos escenarios conllevaría a mejorar la visión de su existencia y comportamiento para así proyectar con seriedad las obras.