MINAS PREHISPANICAS
Componente geológico en el proceso de identificación de sitios de laboreo minero de las culturas precolombinas del Gran Coclé, Panamá
El trabajo de investigación geológica para apoyar la búsqueda de labores mineras prehispánicas se desarrolló a partir de sitios previamente definidos y que se ubican principalmente en el sector de La Pintada, Penonomé, provincia de Coclé. El componente geológico ofreció elementos que en conjunto permitió determinar un patrón de exploraciones que llevó a establecer áreas de prioridad. en cuanto a las visitas como lo fue el cerro San Francisco, Cerro Cebollal, Cerro Liso y cerro Guacamaya entre otros. El presente informe define las unidades litológicas predominantes en la zona y en cada uno de los sitios visitados. Además, los ambientes geológicos, tectónicos que han servido de guía en la orientación de las visitas y con seguridad servirá para darle continuidad a las investigaciones en materia de excavaciones prehispánicas.
Aspectos geológicos
El área de estudio se encuentra ubicado en distrito de La Pintada, al Norte de la ciudad de Penonomé, Provincia de Coclé. En relación al marco geológico de la zona de interés, cabe señalar que las rocas predominantes en este sector se asocian al Terciario Mioceno /Plioceno de aproximadamente unos 6.5 Ma; de la formación El Valle. Estas rocas se componen de lavas y basaltos, brechas, flujos y tobas de composición intermedia. La presencia de bloques de brechas en los sectores visitados sugieren la posibilidad de estar ante la presencia de un cuello o zona de fracturamientos asociados a la intersección de fallamientos regionales originados por el aparato volcánico del Valle en asocio con movimientos tectónicos regionales. Los basaltos amigdaloides y vidriosos conforman una brecha que cubre gran parte del sector visitado además de algunas cumbres, lo cual indica el nivel de explosividad desarrollados por las últimas erupciones.
En definitiva, la zona de estudio, se encuentra influenciada por fallas regionales con orientación Nor Este, así como con fracturas menores de carácter Norte Sur (Campamento) y complementadas con fracturas Nor Oeste identificadas por la morfología del terreno del cerro San Francisco.
En el sector del cerro Cebollal, en la finca de Garrido, se localizan afloramientos de flujos ignimbríticos, y aglomerado volcánico con fragmentos de basalto amigdaloide e incrustaciones de cuarzo bandeado.
METODOLOGÍA.
El primer paso fue hacer un análisis de la geomorfología de las elevaciones existentes y la asociación estructural, así como el alineamiento de estos cerros con fallamientos tectónicos regionales. Esta metodología llevó a definir patrones de alineamiento replicados en excavaciones y abrigos existentes, que extrapolados a otros sectores ayudó significativamente a localizar cavidades naturales en alguna de las cuales se detectó manipulación humana. (ver gráfica 1). La proyección de este patrón hacia otras zonas como cerro Guacamaya, ayudó conjuntamente con otras herramientas sistematizadas a localizar nuevos abrigos y sitios con excavaciones o intentos de extracción mineral. (ver grafica 2 y 3). Sin dudas, la proyección de los fracturamientos en la búsqueda agilizó el proceso empírico desarrollado hasta el momento lo cual eleva este componente geológico a nivel de herramienta básica para la optención de resultados en campo.
PATRONES
La morfología de la región se encuentra conformada por un paisaje escarpado, de numerosos valles en V. Las cumbres y elevaciones principales, en su mayoría son dominadas por rocas y material de origen volcánico; principalmente basaltos subyaciendo a las tobas estratificadas intermedias de grano fino. De igual manera, las diferentes formas del terreno y la distribución espacial de los cuerpos rocosos mantienen una estrecha relación con las estructuras tectónicas que domina regionalmente esta zona. Es evidente, la presencia de sectores con intersección de fallas, por el alineamiento de las montañas y los cauces de ríos o quebradas, lo que evidencia un patrón tectónico dominante asociado a los fallamientos regionales que configuraron y consolidaron la geomorfología del istmo panameño.
El sector de La Pintada y en especial Las Boquillas, Cerro San Francisco, forman parte de un complejo de estructuras volcánicas, limitadas o controladas por fallamientos regionales que en su mayoría tiene orientaciones de 335º 160º y 275º. En la intersección de estas estructuras, se originan condiciones para la formación de cuellos de brechas o zonas de fracturamiento por donde suben los fluidos magmáticos y en su ascenso se atrapan conformando posibles bolsas de mineralización.
El caso especial de los sitios visitados, en todos se guarda un patrón en cuanto al tipo de roca predominante y aquellas rocas que estando alteradas o metamorfoseadas, han sido objeto de laboreo. En general predominan los basaltos amigdaloides y una toba de grano fino equigranular asociada a esta zona de contacto. Esta última, por el grado de dureza o por la presencia de algún material útil, ha sido objeto de extracción. En nueve (9),de los once (11) sitios visitados se observa que la toba y los sectores de contacto con la brecha de basaltos así como las fracturas, es la que ha tenido mayor interés por el trabajo de excavación.
Cabe señalar, que ante la presencia de excavaciones hasta la fecha localizadas y que guardan cierta geometría y patrón en su ejecución; este hecho constituye la guía para continuar hacia otras direcciones en torno a estos sitios.
MINERALIZACION
A pesar de que las labores localizadas en el sector de Cebollal mantienen un patrón de excavación y en la roca extraída, se observan algunos componentes minerales; no se han encontrado evidencias contundentes de la explotación de algún mineral en especial.
La roca localizada en los cuatros sitios visitados, responde al mismo complejo volcánico y además, como tal, se ha observado la presencia de sulfuros de hierro como mineral accesorio dentro de las rocas tobáceas y en especial en los basaltos amigdaloides que conforman una especie de brecha explosiva. En este caso lo más recomendable es destinar recursos para el análisis de muestras de roca de los sitios de interés. Sin embargo es necesario reconocer lo característico del patrón de excavación, el cual puede servir de manera significativa a sugerir y definir nuevos sitios que hayan sido trabajados con mayor profundidad y con mejores éxitos en cuanto a la extracción mineral. Evidentemente, estamos frente a un grupo de excavaciones que bien pueden constituir un pequeño porcentaje de labores mucho más monumentales como complejo minero propiamente dicho.
Existe una relación cercana entre las excavaciones, el tipo de rocas y la ubicación espacial de los sitios. Este hecho aunque “no responde” a un conocimiento estructural por parte de los aborígenes al momento de desarrollar las excavaciones; si tiene relación con los fenómenos tectónicos, así como con los procesos de meteorización ocurridos en estas zonas de fracturamiento y que evidentemente sirvieron de guía una ves fueron definidos o reconocidos como sitios apropiados para excavar o para extraer materia prima.
Los procesos tectónicos, son los que en primera instancia generan las condiciones de porosidad y fracturamiento de las rocas involucradas en los eventos geológico – magmáticos. Con posterioridad y después de muchos años de intensa actividad climática; en especial las lluvias y el calor tropical, en estas zonas mineralizadas y/o fracturadas se han percolado paulatinamente minerales disueltos que además se han concentrado dado sus características físicas y propiedades químicas. Este proceso supérgeno de mineralización y/o concentración mineral, es uno de los factores determinantes en este caso para identificar la relación existente entre las excavaciones y el patrón estructural de las zonas estudiadas. Es de considerar, la importancia de este comportamiento ya que ayudará a determinar con certidumbre sitios de excavaciones con laboreo minero y que en definitiva han servido de sustento a la organización social de la época.
Para obtener mayor evidencia sobre la mineralización se han enviado muestras para análisis de laboratorio que corresponden a rocas con características externas especiales por su coloración y textura, asociada posiblemente a algún tipo de mineral secundario.
El siguiente paso, además de seguir la metodología tradicional sobre investigaciones arqueológicas, es darle continuidad a las visitas de los sitios sugeridos para validar el método geológico en la sustentación de excavaciones prehispánicas.
DESCRIPCIÓN DE SITIOS
El desarrollo de las investigaciones geológicas para el Proyecto Arqueológico Coclé, fundamentó sus actividades en dos zonas bien definidas que presentaron características geomorfológicos especiales y que además fueron sustentadas por estudios antropológicos y arqueológicos previos.
A este respecto, dentro de cada zona en particular, se definieron formaciones geológicas, geomorfológicos que permitieron el establecimiento de un patrón de exploraciones.
A. Zona de Las Boquillas.
En el sector de Las Boquillas, se observan bloques de basaltos meteorizados y con un proceso de descamación cubriendo las partes bajas y algunos drenajes. Se han identificado numerosos afloramientos rocosos que se asocian a basaltos amigdaloides con incrustaciones de cuarzo bandeado.
Esta zona, se localiza al Sur Oeste de la población de La Pintada/ Penonomé y en la misma se visitaron cuatro sitios con evidencias de excavación:
a. Cerro San Francisco.
A lo largo del camino hacia la cumbre del cerro San Francisco, se observa claramente la presencia de basaltos vidriosos cubriendo caminos y los lechos de quebradas. De igual manera, en algunos sectores se encuentran afloramientos de basalto columnar, (quebrada Membrillo). En las cercanías de la ladera, se observa la presencia de flujos de lava y bloques de basalto. En toda la ladera y hasta llegar a la cumbre, la roca que domina el paisaje son bloques de basalto amigdaloide con diferentes grados de meteorización y fracturamientos.
En la cumbre del cerro, se observa una clara dislocación compuesta por una pared masiva de basaltos, cuya orientación principal es de 353º con un ángulo de buzamiento de 42º / 248º un lecho de fragmentos de basaltos amigdaloides soldados, que sobreyacen a los basaltos y tobas localizados en la ladera del mismo cerro. Esta dislocación es producto de un movimiento de falla inverso cuyo bloque superior de basaltos (al oeste), se sobrepone al conglomerado de basaltos amigdaloides soldado por una toba fina inmediatamente al Este (ver foto). Se observa una zona de contacto de aproximadamente 1.30 metros, donde la roca presenta un metamorfismo de contacto, deleznable con una cristalización fina equigranular típica para estas situaciones. En el talud, encontramos escombros del conglomerado brechado-soldado con fragmentos subangulosos de basalto amigdaloide (escorias).con abundantes porosidades.
En la ladera a la altura de 342 msnm, se localiza una labor denominada Las Ventanas (LP-123, 556642: 945310). Esta labor presenta conglomerado de brechas y un filón compuesto de una toba de grano medio y fino, acompañada de un conglomerado masivo. Estas características del terreno, son indicativo de que seguido a la actividad volcánica del área, se registraron eventos tectónicos que movieron los componentes volcanoclásticos su sitio original. De igual manera esta actividad tectónica generó graves fracturamientos y fisuramiento en la roca que con posterioridad experimentó cambios químicos, físicos y morfológicos, afectando su estabilidad para dar paso a formaciones y cavidades por erosión. Sin embargo, se destaca una actividad de excavación con un patrón definido orientado entre la toba fina y el conglomerado de brechas. De igual manera, la forma y profundidad de la excavación no es característica de agentes naturales erosivos.
Hacia la parte Nor-Oeste de cerro San Francisco, se ubican dos excavaciones denominadas Abrigo # 2 A y B; LP -121 ( 556481:945547). Los mismos están desarrollados de manera subhorizontal en una roca tobácea y de igual manera entre el límite del aglomerado de brechas y una toba fina. En este sitio sobre el techo del abrigo #2 se localizó un material blanco lechoso tipo cuarzo acompañado de un mineral de coloración verdosa del que se presume sea un subproducto asociado a cobre.
b. Cerro Cebollal.
En el sector de cerro Cebollal, existe una pequeña zona con evidencias de alteración hidrotermal dado que la roca se encuentra fuertemente fisurada y en la superficie afloran algunas vertillas de cuarzo, así como presencia de óxidos de hierro y limonitas, (restringidas a la fractura). En este sector se han encontrado bloques de una brecha de fragmentos de basalto amigdaloide y basaltos con incrustaciones de cuarzo bandeado. De igual manera afloramientos de flujos ignimbríticos propios de la zona.
En cerro Cebollal se ubicó una excavación múltiple denominada La Palma LP 134 (557917: 945854) de forma sub horizontal de unos 25 metros de largo y profundidades variadas (1.40 / 8.20), con alturas variadas a la línea de goteo (7.00 / 1.20). Se identificó un muro alineado a una distancia promedio de 6.60 metros hacia el frente de la excavación. La roca en este caso, presenta similares características que las anteriores. Es una toba de grano fino y con presencia de brechas de basaltos sobreyaciendo. La excavación ha seguido igualmente el patrón en el límite o contacto entre estas unidades litológicas con la presencia de pilares entre alguna de las cavernas existentes.
En un afloramiento de cerro Cebollal, FT 1; LP-150 (558525: 946226); a 141 metros de altura, se ubica una excavación con cierto alineamiento estructural Az 150º. En las partes medias del cerro (120 msnm), FT–2; LP-157 (558522:946225), se ubica una serie de cavidades (3), asociadas a fallamientos locales y fracturas de la roca y en las partes bajas, FT -3; LP-157 (558576:946239) , se localizan 2 excavaciones con alineamiento Norte Sur siguiendo igualmente los fracturamientos de la roca. Desde la cumbre hasta las partes del piedemonte, se observan numerosas excavaciones de la cuales algunas son producto del proceso erosivo en la roca y otras han sido manipuladas siguiendo este patrón estructural. La roca predominante es una toba fina estratificada con presencia de brecha de basaltos.
c. Cerro Cazador.
En la sección Nor Este de el cerro Cazador, a una altura de 200 msnm, se localizó una excavación con profundidades variadas (1.20 / 2.80 metros) LP-154 (559673:945810), La excavación se encuentra alineada a una pared con Az 140º y la roca predominante es una toba fina cristalizada con sedimentos estratificados sobreyaciendo a la misma. En la ladera se localizan escombros de basaltos y fragmentos de aglomerados y en las partes baja se ubicaron afloramientos de roca sedimentaria arcillosa con ángulo de buzamiento 30º / Az130º.
d. Cerro Liso.
Desde las partes bajas de este cerro hasta media ladera, se observan numerosos bloques residuales de basalto amigdaloide redondeados, en la partes medias y cumbre se localizan bloques y fragmentos de basaltos y brechas. A una altura de 248 msnm, y con Az se localiza una especie de muro? de escombros y bloques de basalto. LP -156, (559130:948618). Cerca de la cumbre se localiza una cavidad (abrigo) LP-157, (559175:948437), La roca es de composición básica, basaltos y brechas vidriosas tipo ignimbritas cubriendo la cumbre y las faldas. En este sitio, no se observó ningún tipo de excavación en la roca a pesar de la existencia de fuerte fracturamiento y erosión en la misma.
B. Zona de Cermeño/Cañaveral
Esta zona, se caracteriza por la presencia de rocas dacítica con fuerte alteración silícea y fracturamientos, con presencia de brechas en sectores.
a. Cerro Guacamaya.
Durante el recorrido desde la población de Cañaveral hacia el cerro Guacamaya, se pudieron observar numerosos bloques de roca fuertemente silicificada. Esta alteración se limita por la existencia del río Coclé del Sur, como margen litológico que acentúa la presencia de rocas tobáceas con una evidente alteración termal argílica en las partes bajas y medias del cerro Guacamaya hasta una silicificación fuerte en la media ladera hasta la cumbre. Otra característica de las rocas es el fuerte fracturamiento, asociado a fajamientos posteriores.
Hacia la parte Nor Oeste del cerro se localizó G-Abrigo 1b; PN -157 (559495:940922) con numerosas excavaciones horizontales y verticales. En la parte superior de este sitio se localizó un segunda cavidad G-Abrigo 1 (559497:940967), asociado al fuerte fracturamiento de la roca A media laderas localiza un sitio de extracción mineral reciente G-Mina (559591:941122), de donde se obtiene “piedra de amolar”. Igualmente para acceder a la fuente de material y sacar los mejores resultados se utiliza el patrón estructural (fracturas). se observa una estructura circular reproduciendo un antiguo cono volcánico colapsado como remanente de la actividad del área.
Los fracturamientos anteriormente descritos a partir de la geomorfología de las cumbres y cerros, evidenció la correspondencia con las cavidades encontradas.
b. Cerro Petaca.
Este sector, se caracteriza por la presencia de rocas intrusitas y sub intrusitas intermedias y ácidas. Se observaron numerosos fracturamientos en la roca sobre la ladera y en especial en la cumbre (P-560791:936572), mas no se logró ubicar ninguna labor asociada a excavaciones y/o a una actividad natural por erosión de las rocas en zonas de fallamientos.
Resultados
La metodología utilizada para orientar las actividades de prospección a partir del análisis geomorfológico en combinación con el estudio de la tectónica regional; dieron resultados muy positivos dado que durante los trabajos realizados, se lograron hallazgos significativos en materia de excavaciones mineras. Hay que destacar que esta metodología en combinación con los métodos tradicionales arqueológicos coadyuvaron también a definir los patrones de la búsqueda y los sitios con mayor posibilidad.
